Archivo de la categoría ‘ Naturaleza ’

Tres lepidópteros europeos de la familia de los Papiliónidos.

 

Incluyo en esta entrada tres lepidópteros que he conseguido recientemente. Se trata de especímenes pertenecientes a tres especies clasificadas dentro de la familia de los Papiliónidos. Esta familia de mariposas tiene abundantes especies distribuidas por todo el mundo. Suelen ser lepidópteros de tamaño relativamente grande, de vuelo potente y preciosas alas.

 

 

Más concretamente estas tres especies habitan de manera natural en Europa. La primera de ellas es el lepidóptero Parnassius Apollo. De manera natural las mariposas de esta especie viven en zonas de alta montaña, puesto que sus orugas se alimentan de plantas nutricias ubicadas a gran altitud sobre el nivel del mar. Esta especie tiene un vuelo lento y a veces se deja ver en las cuestas de esos enclaves. De este modo, por estar aisladas en parajes incomunicados entre sí para ellas, que no forman un área conexa, se llegan a producir exaptaciones locales propias de cada lugar específico donde se hallan, que son o no seleccionadas por selección sexual y dan lugar a una gran variabilidad en esta especie, de modo que en cada una de las zonas que habitan pasa a haber subespecies locales, claramente distinguibles de las de otras zonas, a veces por detalles mínimos. En ocasiones basta cambiar de una cadena montañosa a otra cercana para encontrar otra subespecie diferente. Como dato curioso cabría decir que la aparición y adaptación de los ancestros de estas mariposas en el régimen de vida en alta montaña tiene mucho que ver con la última de las glaciaciones, la glaciación de Würm, o Würmiense, que provocó grandes migraciones en la fauna mundial. Las especies que migraron buscaban un clima más templado, escapando del frío, quedando aisladas después aquellas que tenían poca movilidad o dependencia de la flora o fauna locales para su sustento, en lugares de montaña muy distanciados entre sí, cuando se retiró la glaciación. Esta fue la causa del aislamiento de especies animales como el oso ibérico, o especies de insectos, en lugares montañosos muy lejanos entre sí.

 

 

La segunda especie que presento es el lepidóptero Papilio Machaon, del que ya hablé en esta web hace ya unos años, con lo que poco más voy añadir, salvo que es una mariposa de vuelo muy rápido y potente y que tiende a aparecer a mediana altitud sobre el nivel del mar (aunque sí es cierto que he registrado observaciones de individuos de esta especie en parques situados a nivel del mar, a los que probablemente habrían sido atraidos por las especies de plantas que había allí, entre las que estaban las plantas nutricias de sus orugas).

 

 

La tercera especie que aquí muestro es el lepidóptero Iphiclides Podalirius,sobre el que también he hecho una introducción hace años en esta web. Más específicamente, el especimen mostrado en esta fotografía no es un ejemplar de la subespecie Feisthamelii, es decir, no es un ejemplar ibérico, puesto que no presenta los ocelos de las alas posteriores de gran tamaño ni las bandas de dichas alas gruesas y con un tono azulado. Este especimen es una Iphiclides Podalirius del centro de Europa.

 

Paisajes sonoros (1). (Aldea).

 

Incluyo aquí el primer paisaje sonoro que he obtenido con la grabadora, localizado en concreto en una aldea, durante un paseo. Se escuchan las siguientes aves: estornino negro, mirlo común, pinzón vulgar, carbonero común, chochín y petirrojo; y por supuesto, este paisaje sonoro incluye un pequeño río que pasa por debajo de un puente.

 

 

A vueltas con la fenología.

 

 

La naturaleza es el mayor espectáculo gratuito que puede observar cualquier persona con un mínimo de interés por no aburrirse. A mí al menos es un tema que me fascina. Muchas veces no podemos ver los animales que sabemos que están ahí, porque están ocultos por las ramas o por la maleza. O porque no tenemos los medios con los que distinguirlos por no llevar binoculares o cámara fotográfica. Ahora bien, los animales están ahí. Podemos oírlos. Y es una cosa muy interesante el saber diferenciar los animales que se hallan en un determinado paraje natural. Con los sonidos que se van escuchando en cada fecha concreta vas advirtiendo propiedades emergentes del sistema complejo que es la naturaleza. Así, por ejemplo, por estas fechas podemos determinar la fenología de la primavera. El estudio de la fenología de una estación tiene que ver con los acontecimientos biológicos y naturales de un determinado ecosistema, que nos llevan a afirmar en un determinado momento que dicha estación está ya activa. Porque astronómicamente nunca hay duda de cuando empieza el otoño, el verano, o en general cualquier época del año. Otra cosa muy distinta es saber cuándo realmente esa estación está verdaderamente activa, teniendo en cuenta para ello la climatología local, las variaciones en la flora, y la etología característica que presenta cada especie animal en la época en cuestión. Así, y dado el innegable cambio climático al que está sometida la Tierra, la primavera cada vez llega biológicamente más temprano.

En el año 2021 en Japón se registró una floración de los almendros mucho anterior a lo que se venía produciendo. En Kioto existe una tradición consistente en buscar y observar las flores rosas de la floración de los almendros. Se denomina Hanami. Se llevan registrando los datos por observadores locales desde la Edad Media. Y en 2021 se observó un adelanto fenológico en la primavera japonesa que no se producía desde el año 1405.

Este año he oído el cuco por primera vez hace dos días cuando fui a pasear. Pero por un testigo de confianza (un pariente mío que es amigo), sé a ciencia cierta que el cuco ya se escuchó en marzo. Llevo escuchando la abubilla desde hace dos semanas. Hoy cuando fui a pasear escuché las primeras palomas torcaces. Dentro de poco llegarán las tórtolas (es probable que ya estén por aquí) y con una tardanza algo mayor se dejarán ver los alcaudones dorsirrojos y otras especies de aves. Los animales van llegando procedentes de sus cuarteles invernales, preparándose para la reproducción. La primavera es el renacer de la vida, la estación que tiene impreso un mayor carácter de entre las cuatro que hay. Las serpientes, lagartos y lagartijas se activan después del letargo invernal. Sin ir más lejos, hoy he visto muchas lagartijas. Y sobre todo, uno de los mayores espectáculos que conozco de la naturaleza es cuando paseo a la salida del sol (entre las 7 y las 8 de la mañana) por estas fechas. Hay una orquesta de aves y animales que están despertando en sus dormideros que es una auténtica maravilla, digna de ser grabada. Y de aquí surge mi próximo proyecto, que compartiré en esta web de mi propiedad.

He adquirido una grabadora digital, que muestrea la señal de audio captada por los micrófonos omnidireccionales que posee, a una tasa de muestreo no inferior a la frecuencia de Nyquist (el doble del ancho de banda de la señal de audio), cuantifica las muestras mediante una escalera de cuantificación pareja a la Modulación de Impulsos Codificados (MIC en español, o su equivalente PCM en inglés), y codifica los valores de la cuantificación mediante un código binario de 8 bits, de los cuales el primero está reservado para el signo. En este proceso de muestreo digital existe pérdida de precisión en relación al valor real de la señal, puesto que se produce un ruido de cuantificación granular, dado por la diferencia entre el verdadero valor y el que tomamos en la escalera, y el ruido de sobrecarga, que es más notable al oido y que se produce cuando son rebasados los valores máximos que puede tomar la variable cuantificada al saturarse la escalera de cuantificación con valores de gran módulo de la señal de audio captada por los micrófonos. Tenemos, pues, una señal digital como resultado de la modulación PCM, formada por un chorro de bits, que es pasada tras dicha modulación por un codificador MPEG,convirtiéndola al estándar MP3. Y tras ésto, las muestras son pasadas al disco de almacenamiento. Estas pistas de audio pueden ser recuperadas a voluntad en cualquier momento y de forma controlada y pasan hacia el reproductor, en el cual tras la decodificación MP3 y la conversión Digital/Analógico se filtran mediante un filtro pasobajo interpolador, trasladando la señal (analógica) resultante al amplificador de audio, que se encarga de presentarla en los altavoces. La señal reproducida en el altavoz es una versión amplificada y bastante fidedigna (aunque no estrictamente igual) de la onda acústica que fue grabada. Esta tecnología se complementa con un micrófono de solapa, con el correspondiente cable y jack, que permite llevar la grabadora en el bolsillo. Este equipo dará lugar a una nueva sección en Eclecticomania, que llevará el nombre de Paisajes sonoros, y donde dejaré las grabaciones mp3 que voy consiguiendo en mis caminatas. Creo que es una buena iniciativa y que puede animar a muchas personas a empaparse del maravilloso mundo en el que somos conscientes.

 

 

Ornithoptera tithonus y ornithoptera priamus urvillianus

 

 

Siguiendo con los lepidópteros del género ornithoptera, en esta entrada adjunto las fotografías de dos ejemplares macho de ornithoptera tithonus (arriba) y de ornithoptera priamus urvillianus (abajo). Poseen el tipo de morfología que caracteriza a las mariposas ornithoptera. La ornithoptera priamus urvillianus es una especie que habita de manera natural en la costa nordeste de Australia, muy cerca de la zona de distribución de ornithoptera priamus poseidon (ya vista en esta web), y de hecho los ejemplares de estas dos especies son capaces de hibridar, reproduciéndose entre sí. Más específicamente, ornithoptera priamus urvillianus se extiende de manera natural por las islas Moluccas central y sur, Nueva Guinea, archipiélago Bismarck, islas Salomón y Nordeste de Australia.

Ornithoptera tithonus se distribuye por las islas de Papúa Nueva Guinea y sus islas vecinas.

 

 

Dos lepidópteros americanos: Danais plexippus y Dyaethria lidwina.

 

 

Incluyo en esta entrada dos nuevos lepidópteros que he conseguido, más concretamente representando a dos especies oriundas del continente americano, si bien la primera ha extendido su distribución a las Islas Canarias, Andalucía y algunas regiones de Australia.

La primera de ellas es la muy conocida mariposa monarca, Danais plexippus para los hombres de ciencia, perteneciente a la familia Nymphalidae, a la que también pertenecen especies europeas como Aglais urticae, Aglais io, Nymphalis antiopa, Vanessa atalanta o Cynthia cardui. El aspecto por el que más se conoce la mariposa monarca es su migración desde Canadá a los cuarteles invernales del sur de Estados Unidos y México, a finales del verano o principios del otoño del hemisferio boreal. Los individuos viajan para hallar el clima propicio para la hibernación, y se acumulan en grandes cantidades en determinados lugares, siendo fieles a las rutas trazadas por generaciones anteriores. Participan cuatro generaciones en el proceso de ‘memorización’ de la ruta, la última de las cuales, que es la más longeva y vive durante 8 meses, retorna de nuevo a Canadá, completando el ciclo.

Por su parte el lepidóptero de la imagen inferior es un especimen de Dyaethria lidwina, o mariposa 88. La partícula de especie es una referencia a santa Liduvina, canonizada santa por aparentes poderes curativos, patrona de los patinadores y de las enfermedades crónicas, y que según se cuenta, pudo ser un caso de esclerosis lateral amiotrófica de la Edad Media, dado que su enfermedad comenzó con una caida sucedida en una sesión de patinaje. Fueron grandes las limitaciones en su cotidianidad. Se alimentaba solamente con el pan y el vino de la eucaristía, y murió a los 53 años por su enfermedad.

Más concretamente, esta especie es oriunda de los Neotrópicos americanos, desde México hasta Paraguay, y pertenece también a la familia Nymphalidae. Lo que la caracteriza es el número 88 cincelado en las alas inferiores, producto de la presión selectiva destinada a la reproducción. Algunas veces, como es el caso del especimen cuya fotografía presento, el 88 es un 89, se trata de una exaptación producida por una mutación genética.

 

 

Víctor López Seoane, un excepcional humanista decimonónico.

 

El ferrolano Víctor López Seoane y Pardo Montenegro, nacido en Ferrol en el año 1832 y fallecido en A Coruña en 1900, fue uno de los naturalistas gallegos más importantes del siglo XIX, así como un verdadero humanista en el sentido estricto de la palabra. Sus contribuciones taxonómicas más importantes correspondieron a la flora, la herpetología, la entomología y la ornitología. Durante toda su vida acumuló una enorme cantidad de animales y plantas disecados hasta poseer una inmensa colección, probablemente una de las mayores que existieron en España en ese siglo, y cuyos especímenes se hallan en la actualidad distribuidos por distintos museos de historia natural europeos. En particular, en la Casa de las Ciencias de la Coruña, se encuentra una pequeña parte de este material.

Sus primeros estudios universitarios, llevados a cabo en Madrid, estuvieron enfocados en las carreras de medicina y ciencias naturales, las cuales comenzó de manera simultánea. Realizó las primeras investigaciones originales en Andalucía, adonde acudió para continuar sus estudios de medicina, publicando el Catálogo de las aves observadas en Andalucía, del cual se sacó una posterior revisión.

 

 

Así que terminó la carrera de Medicina, ocupó en el Instituto de la Coruña las cátedras de ‘Elementos de Física y Química’ y ‘Nociones de Historia Natural’, donde creó un gabinete de historia natural. Posteriormente se mudó a Ferrol, para trabajar como médico en distintas instituciones.

Más tarde se casó, y pasó a tener una dedicación como empresario agrícola, dejando de ejercer la medicina, momento en el que pudo concentrarse en sus observaciones naturalistas, publicando en 1870 un catálogo sobre Aves nuevas en Galicia, en el que se citó por primera vez el pito real. En 1891, caracterizó de manera definitiva las dos subespecies de perdiz que hay en Galicia. Toda esta ingente actividad no le impidió licenciarse en la carrera de Derecho y proseguir su actividad investigadora.

 

 

Víctor López Seoane fue una personalidad de renombre en Europa, aunque actualmente sea poco conocido, motivo suficiente para ensalzar y reivindicar su figura, lo que tomo como objeto de este artículo. En su tiempo no existía Internet, pero aún así, sí existía el correo ordinario, y rondando el cambio de siglo el telégrafo, con lo que los científicos y sabios de entonces se comunicaban entre sí para obtener opiniones de otros colegas acerca de los descubrimientos e investigaciones que realizaban. Seoane colaboró con personas de la talla de Charles Darwin y de Alexander von Humboldt, dado que atesoraba un objetivo conocimiento de la zoología y flora ibéricas de aquel entonces. Otros importantes sabios con los que entabló contacto fueron Jacques von Bedriaga, Raphael Blanchard, Ignacio Bolívar y Urrutia, Odón de Buen, George Albert Boulenger, Lorenzo Camerano, Mariano de la Paz Graells, Anton Dohrn, Ernst Haeckel, Ragnar Hult, Albert Günter, Juan Lembeye, Fernand Lataste, o Heinritch Moritz Willkomm, entre otros.
También obtuvo reconocimiento, y lo que es más importante quizás, lo obtuvo en vida. Fue elegido como uno de los secretarios del primer Congreso Internacional de zoología, celebrado en la Exposición Universal de París de 1889. En la Exposición Universal de la misma ciudad del año 1878 había participado como concurrente, siendo la persona que obtuvo más galardones. El ferrolano acudió con siete colecciones: granitos, maderas, materiales de construcción, legumbres, cereales, reptiles y bebidas fermentadas. Todas estas colecciones resultaron premiadas.

 

 

A lo largo de toda su vida, Víctor López Seoane reunió una inmensa colección sobre la naturaleza, superando las 10000 piezas, abarcando animales, plantas, fósiles y minerales, y siendo la parte dedicada a los insectos la de mayor peso. Esta herencia de incalculable valor permaneció olvidada en la casa del naturalista tras su muerte en el año 1900. Su colección fue cedida al Ayuntamiento de la Coruña por la heredera, en el año 1972. Con la creación de la Casa de las Ciencias de A Coruña en el año 1985 se logró hallar un cauce donde exhibir este importantísimo capital, legado de este excepcional humanista decimonónico, en general poco conocido hoy en día a pesar de los medios digitales que existen, por haber ejercido su influencia hace casi dos siglos.

Dos especies animales tienen hoy su apellido como partícula de especie. La víbora de Seoane, en sus dos subespecies reconocidas: Vipera seoanei seoanei, y Vipera seoanei cantabrica, que son las subespecies de víbora endémicas de la cornisa cantábrica española.

Tal y como es mi costumbre, no voy a entrar en los litigios en vida de esta persona, existen pruebas documentadas por parte de publicaciones del CSIC, (véase ‘Naturalistas en debate’, V.V.A.A., editado por Emilio Cervantes Ruiz de la Torre), de que Víctor López Seoane no fue todo lo honesto que debería haber sido en algunas ocasiones, (aunque tampoco se quedaban mancos sus litigantes). Pero, aunque las palabras de tal institución suelen sentar cátedra, no voy a desglosar aquí las acusaciones que se le vierten, sus faltas para con otros científicos, ni su afán de destacar, porque en la ciencia como en todo, el hombre al final es siempre un hombre, y su buscada perfección como ser siempre revienta por algún lado. En cualquier caso, sí tenemos una prueba palpable y visible de su buen hacer, que son las piezas de su inmensa colección, y por supuesto, no me parece justo destapar los defectos ahora, ciento veinte años después de su muerte, cuando él no puede defenderse, y sabiendo que su material está dando su servicio a instituciones españolas y extranjeras que promueven el conocimiento de la ciencia

 

 

 

Créditos de los datos históricos: biblioteca personal, Enciclopedia Espasa-Calpe; Wikipedia; artículo del periódico digital La opinión enlace al artículo

Créditos de las fotografías: Wikipedia, fotografía de Víctor Seoane; fotografía de víbora de Seoane Vipera seoanei seoanei; biblioteca personal, facsímil de separata del tomo VI de Anales de la sociedad española de historia natural, 1877.

 

Ornithoptera croesus y Ornithoptera priamus aruana.

 

El naturalista y viajero galés Alfred Russel Wallace, codescubridor junto con Charles Darwin de la idea de la selección natural aplicada a la evolución de las especies, realizó importantes viajes de exploración y descubrimiento, que dieron lugar a una fascinante vida. En la cuenca del Amazonas pasó algún tiempo, mientras germinaban las ideas en su mente, y fue particularmente fecundo su viaje al archipiélago malayo. Allí observó que se podía trazar una línea imaginaria divisoria entre la parte de Indonesia que tenía especies relacionadas con las propias de Australia y la parte de Indonesia que tenía especies emparentadas con las de origen asiático. A esta línea se llamó en su honor ‘línea de Wallace’.

Wallace fijó mucho su atención en los insectos de Indonesia y Malasia, se hallaba en un verdadero paraíso perdido, y los especimenes estaban dotados de una belleza extraordinaria; en general eran mucho más llamativos que los de Occidente. Como fruto de sus hallazgos y descubrimientos, el lepidóptero del género Ornithoptera de nombre científico Ornithoptera croesus, tiene como nombre común y es conocido por ‘alas de pájaro doradas de Wallace‘ (Wallace’s golden birdwings). Se trata de un lepidóptero pariente cercano de la especie Ornithoptera priamus. En particular, se distribuye geográficamente al Este de la línea de Wallace, y llamó tanto la atención del naturalista su captura, que la describió en estos maravillosos términos: «The beauty and brilliancy of this insect are indescribable, and none but a naturalist can understand the intense excitement I experienced when I at length captured it. On taking it out of my net and opening the glorious wings, my heart began to beat violently, the blood rushed to my head, and I felt much more like fainting than I have done when in apprehension of immediate death. I had a headache the rest of the day, so great was the excitement produced by what will appear to most people a very inadequate cause.«, (The malay archipielago, 1869).

En general las especies del género Ornithoptera presentan un notable dimorfismo sexual, la hembra suele ser oscura y mucho mayor, mientras que el macho es muy llamativo. Presento a continuación una fotografía de dos especimenes, macho y hembra, de la especie Ornithoptera croesus.

 

 

Para ver las diferencias y similitudes de esta especie con respecto a la especie priamus, incluyo además dos especimenes, macho y hembra, de la especie Ornithoptera priamus aruana.

 

 

Ornithoptera priamus poseidon y Ornithoptera goliath samson.

 

Incluyo aquí las fotografías de dos lepidópteros recientemente añadidos a mi colección, más concretamente del género Ornithoptera, mariposas que se suelen conocer coloquialmente en inglés como Birdwings, o sea, alas de pájaro.

Se trata de lepidópteros de gran envergadura, entre los que se hallan las dos especies mayores conocidas por la ciencia, concretamente la mariposa Ornithoptera alexandra (la mayor que existe), y la mariposa Ornithoptera goliath (la que ostenta el segundo lugar en tamaño).

La primera que presento es la Ornithoptera priamus de la subespecie poseidon, en particular el macho.

 

 

La segunda es la Ornithoptera goliath de la subespecie samson, también el macho.

 

 

Ambas especies habitan de manera natural en los bosques tropicales de Papúa Nueva Guinea.

 

Los amantes de la naturaleza

 

 

Conozco este libro desde hace 38 años, y me gusta tanto ahora como por aquel entonces. Cuando era niño iba a la biblioteca de la escuela y pasaba allí los recreos, en vez de ir jugar al fútbol al patio. Me entusiasmaban los libros de Cómo hacer de la editorial Plesa, incluso había uno en otra editorial que se titulaba ‘Cómo se hacen los niños’, que miraba a escondidas cuando estaba solo.

En el libro ‘Los amantes de la naturaleza’, de Michael Chinery, se enseñaba el amor por la naturaleza, y se invitaba al aficionado a explorar actividades de estudio y entretenimiento para conocerla mejor. Me gustaban en particular las dos imágenes que presento en esta entrada, la primera dedicada a la confección de un estanque de jardín, y la segunda a la creación de comederos y bebederos para atraer pájaros a nuestro lugar de recreo. Aún hoy no puedo evitar releer un rato de vez en cuando estas reliquias de mi biblioteca, que conservo con mucho cariño, por representar todo un universo para mi infancia.

 

 

Un poco de ornitología en la comarca de Terra Chá.

 

Como en esta web trato de desarrollar todos mis hobbies de un modo que resulte ameno, incluyo en esta entrada algunas de las fotos que he obtenido en mis escapadas de ornitólogo aficionado en distintas épocas del año, por los contornos de la comarca de Terra Chá, donde resido.

 

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La primera foto representa a un alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) en actitud de perchado sobre una zarza. Los alcaudones dorsirrojos son visitantes estivales de esta comarca. De los alcaudones podemos reseñar su costumbre de empalar a las presas en el espino para poder desgarrarlas. La presente fotografía ha sido obtenida con una cámara bridge en modo RAW, y posteriormente revelada en jpg, con una ISO en torno a 800.

 

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La segunda foto se corresponde con una bandada de avefrías en vuelo (Vanellus vanellus). Hace años existía una colonia nidificante de estas aves en las proximidades de la laguna de Valverde, pero actualmente son un poco más difíciles de ver.

 

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La fotografía que sigue fue tomada desde uno de los observatorios que existen en el perímetro de la laguna de Valverde y representa una acumulación en la superficie de una gran cantidad de especímenes de la especie cerceta común (Anas crecca), tanto machos (cabeza verde y naranja) como hembras (tonalidad parda), a la que se han agregado algunos azulones o ánades reales (cabeza verde) (Anas platyrhynchos). Esta toma se obtuvo durante la invernada, ya que las cercetas no crían aquí. Se usó una cámara de sensor micro cuatro tercios acoplada en digiscoping en segunda focal a un telescopio terrestre Swarovski.

 

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Con el mismo equipo se ha tomado esta foto de un primer plano de una cerceta común macho (Anas crecca).

 

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Por otra parte la fotografía que precede este párrafo muestra a un cormorán grande (Phalacrocorax carbo). Esta especie vive y cría en ríos y lagunas de interior. Su primo el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) habita en la costa.

 

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La anterior fotografía representa unos ejemplares de ánade real con un par de ejemplares de pato cuchara (Anas clypeata). El pato cuchara se limita sólo a invernar en este humedal.

 

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La siguiente fotografía, tomada con cámara bridge, nos muestra un ejemplar de garza real (Ardea cinerea), especie muy frecuente por estos parajes.

 

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En la toma anterior, obtenida con cámara de sensor micro cuatro tercios y digiscoping en segunda focal, se observa un «bodegón» formado por ánades reales, un porrón moñudo (Aythia fuligula) macho y un pato mandarín (Aix galericulata) macho, de preciosa librea.

 

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La anterior foto representa un porrón moñudo (Aythia fuligula) macho, acompañado de dos hembras. Aunque se trata de una especie fundamentalmente invernante, se han detectado casos de cría hace algunos años en estos humedales.

 

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Representa la anterior toma un conjunto de porrones moñudos, algunos de ellos claramente en fase de eclipse. Fotografía obtenida con cámara bridge en condiciones de buena luz.

 

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Le sigue una foto del pato mandarín, en un día de niebla, que aún así, forzando un poco la cámara bridge, rayando casi con el ruido, dio un resultado satisfactorio.

 

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La foto anterior muestra un rascón (Rallus aquaticus), de la misma familia que las gallinetas comunes o las fochas (Rallidae). Tomada con cámara bridge y cerca del modelo.

 

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Para finalizar este recorrido ornitológico por la comarca de Terra Chá incluyo una fotografía de un zorzal común (Turdus philomelos), y en la siguiente y última una toma de un estornino negro (Sturnis unicolor), ambas capturadas también con cámara bridge en modo RAW y editadas para el revelado.

Y nada más de momento. Ésta es la manera que conozco de cazar, y es inofensiva para todos. No causa ningún sufrimiento. Esa motivación de buscar la fotografía perfecta, que nunca se da conseguido, es mucho más sana y sobre todo agradecida para todo el mundo que la ¿¿adrenalina??¿¿soberbia?? que se descarga al pegar un tiro. Mi única religión es NO a la caza ni a la tauromaquia.

 

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Sacando unas fotitos en la laguna de Valverde.

 

 

 

Una nueva visita a la laguna de Valverde, para probar la cámara. Muy poca actividad ornítica en la superficie. Únicamente unos zampullines que no logré encuadrar con el zoom, y un ánade real macho, que estaba más despistado que el que lo fotografiaba. En todo caso, echando una hora entretenida en los contornos de la laguna.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Visita a la laguna de Valverde en Terra Chá.

 

La laguna de Valverde se vuelve más bonita en primavera y verano, con sus vivos colores, aunque se pierde diversidad en relación al invierno, sobre todo en lo que respecta a la avifauna. Con un poco de paciencia, en un día como hoy se pueden observar los azulones chapoteando en el agua, después de la cría de los polluelos en el mes de abril, las gallinetas con su oscilante movimiento, los zampullines chicos con su bello plumaje estival y algún despistado porrón moñudo muy de tarde en tarde. Se escucha el rascado persistente de algún rascón de vez en cuando, y en los árboles próximos al agua los cantos repetitivos del ruiseñor bastardo, del pinzón vulgar y de algún carbonero común.

 

 

 

Pero, a pesar de que no había prácticamente aves sobre el agua, he podido obtener bonitas fotografías que atestigüan la belleza de este humedal en el buen tiempo, y que comparto en esta entrada.

 

 

 

La Luna hoy, en cuarto menguante

 

 

Júpiter y sus lunas hoy

 

Esta fotografía ha sido obtenida mediante un telescopio terrestre Swarovski, con duplicador de focal, y la cámara de un iPhone 7, alcanzándose un aumento total de 120x. Se aprecia el planeta Júpiter y sus cuatro satélites galileanos (Ío, Europa, Ganimedes y Calixto).

 

 

 

La Luna hoy

 

Fotografía obtenida con 120x mediante un telescopio terrestre Swarovski con duplicador de focal y la cámara de un iPhone 7. Se aprecia perfectamente el cráter Tycho, el más característico de los cráteres con irradiación del satélite. El nombre ha sido tomado del astrónomo responsable de las observaciones que empleó Johannes Kepler en sus tres famosas leyes, que se pueden considerar como los rudimentos iniciáticos de la astrofísica como tal.