Estando en este prestigioso centro es imposible no sintonizar con las personas. Aquí hay un excelente plantel de profesores a cual más empático y competente, dispuestos a inculcar el saber a quien de él se postule como aprendiz. Un excelente grupo humano a todos los niveles (secretaría, administración, calidad, profesorado, servicios y cafetería), que te espera con los brazos abiertos el nuevo curso 2022/23.
Y para muestra un botón, te animo a que le eches un ojo a lo que ofrece este centro en la rama de electricidad-electrónica, en concreto en el ciclo de instalaciones de telecomunicación.
De un tiempo a esta parte no soporto la arrogancia. Y el ego. Y los que lo practican. Las personas a las que se les hinchan las pelotas por considerar que matar al débil es una obligación dada su supuesta superioridad. No deja de ser una medida de su incapacidad de empatía. Yo no necesito ser el mejor en nada para vivir. Muy al contrario. Yo soy muy feliz con lo que tengo. Muchísimo. Disfruto mucho las conversaciones interesantes y darle vueltas a las cosas en la cabeza. Y para esta práctica lo único que hace falta es disponer de tiempo, y de un interlocutor curioso, no necesariamente con estudios. Tampoco necesito ser millonario para ser feliz. Lo único que me aporta el dinero que yo aprecio de verdad son los libros que consigo, que ésos sí los valoro de verdad, aunque sólo sean un objeto. Porque buceando dentro de ellos puedo ver cómo pensaron otras personas antes de que yo estuviera aquí. A mí no me hace falta ir por ahí presumiendo de nada, ni aparentando cosas que no soy. Digo siempre lo que pienso, y obro de acuerdo a mi pensamiento. Pero hay una cosa que no admito en mis allegados y en general en la gente con la que me cruzo. Ésa de verdad no la tolero. Todo el mundo sabe distinguir lo que es correcto de lo que no lo es. El propio sentido común, sin la intromisión subsidiaria de otras cualidades del ser humano, es el que de verdad dictamina cuando algo no es correcto. Los falsos ungidos de moralidad y en general de malas artes. Porque de ésto sí que me he preocupado de verdad en mis casi 48 años. De aspirar a ser una buena persona, lo mejor posible, hasta el punto de estar orgulloso de mi conducta. Y creo que lo he logrado, a pesar de mis defectos. De modo que no voy admitir lecciones en ese sentido de ningún vendehumos ni en general de casi nadie.
Mucha paz, mucho cariño, mucha amistad, mucho amor, mucha felicidad, mucho buen rollo y que el 2022 sea al menos el mejor de la serie que nos conduce a él. Es todo lo que puedo desear a los seguidores de esta web. De corazón. Nos vemos en unos días desde el otro lado de la línea. Feliz Navidad 2021.
Como ya tenía registrado desde hace tiempo el dominio https://www.eclecticamente.com, donde tengo desplegadas las aplicaciones web Billiards Trainer y Tu horóscopo hoy, he aprovechado el hospedaje que me proporciona la máquina correspondiente para publicar ahí una copia de eclecticomania, accesible de forma gratuita y confeccionada mediante un tema de WordPress premium diferente, a la que se entra desde la url https://www.eclecticamente.com. Las dos webs (eclecticomania y eclecticamente) estarán en lo sucesivo alineadas en todo momento; lo que vaya publicando en la primera lo reproduciré en la segunda, de forma que cualquiera de las dos webs sean siempre navegables.
Aprovecho la ocasión para agradecerte la atención que le prestas a mis publicaciones. Muchas gracias, espero estar a la altura.
De este gran artículo de la web http://www.buenavibra.es me quedo con las dos frases, que son muy buenas, buenísimas…
Poema de Joseph Kipling IF (Si):
“Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás…
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.”
Joseph Kipling
“Yo admiro en los demás dos atributos de los que obviamente carezco: inteligencia y humildad.”
Jorge Luis Borges
Y aquí dejo el link al artículo, que no tiene desperdicio, y que creo debería ser de lectura obligada para todo el mundo.
Este poema del gran médico D. Gregorio Marañón, humanista y polifacético, que yo solía leer en la estación de metro en Madrid que lleva su nombre cuando estaba por allí, y que me dio una idea de la calidad de persona que tuvo este gran hombre, me hace ver lo que hay detrás de cada médico y de cada enfermera y de cada profesional al servicio público, el entregarse de corazón a una causa buena, la mejor que puede haber. Dedicado a todos los profesionales que están enfrentando esta pandemia.
Si ser medico es entregar la vida a la misión elegida.
Si ser medico es no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección de cada día.
Si ser medico es hacer de la ambición nobleza; del interés, generosidad, del tiempo destiempo; y de la ciencia servicio al hombre que es el hijo de Dios.
Si ser medico es amor, infinito amor, a nuestro semejante,..
Entonces ser medico es la divina ilusión de que el dolor, sea goce; la enfermedad, salud; y la muerte vida.
Otro año más. Como quien no quiere la cosa. Trescientos sesenta y cinco días de aventuras y desventuras. Sin grandes novedades en general. Y ahora toca la Navidad de nuevo. Para conmemorar la venida de un buen hombre, que seguramente en el fondo tenía buenas intenciones, pero cuyas ideas fueron espoliadas y pervertidas, nunca mejor dicho, por muchas personas a lo largo de la historia (habida cuenta del escándalo de los legionarios de Cristo y otros muchos que ha habido). Aún a pesar de todo, no puedo negar cierta simpatía por los predicados de Jesús, a pesar de mis convicciones ateístas. Era un buen hombre. Aunque todo sea una mentira muy bien contada, que ha embaucado a la humanidad desde hace dos milenios, hasta que Darwin y Wallace los bajaron del pedestal. Errar es la más humana de las incorrecciones. Quien no yerra no es un ser humano nacido de madre y padre. Y una vez más, en este caso a finales del año 2019 de la era cristiana, aprovecho en primer lugar para agradecer a todos los eclecticomaníacos la atención que brindan a esta web y para desear de corazón una Feliz Navidad 2019 y un Próspero Año 2020. ¡Que la suerte te acompañe en el nuevo año, eclecticomaníaco!
En el año 2005 desarrollé el método de la bola virtual, un método matemático que he creado para dar soporte a los jugadores de billar. En el artículo correspondiente, que se puede descargar de esta web en la sección de ‘Mis métodos matemáticos’ desde este enlace metodo_bola_virtual, se adelantaba que una posible aplicación del mismo sería una aplicación de entrenamiento, a la que se le suministrasen los parámetros de la jugada descritos en el paper, obtenidos con un medidor láser de distancias.
Pues bien, catorce años más tarde he vuelto sobre mis pasos y he implementado una aplicación web de nombre Billiards Trainer, que he registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual, y que he desplegado en la url que sigue: https://www.eclecticamente.com/BilliardsTrainer/index.html.
La aplicación muestra un formulario donde se deben rellenar los parámetros característicos de la jugada que se quiere realizar: largo y ancho de la mesa, posición de la bola objetivo en coordenadas tomadas respecto a los ejes cartesianos ubicados en la esquina inferior izquierda de la mesa, posición de la bola transmisora (normalmente es la bola blanca, salvo jugadas compuestas), número de contactos en bandas izquierda (l), derecha (r), inferior (d) y superior (u), signos horizontal y vertical de banda (Sx y Sy), que indican la última banda alcanzada para cada par de bandas de igual paridad (-1 para última banda izquierda o inferior y +1 para última banda derecha o superior, respectivamente), el signo de banda (Sb), que indica si en la jugada la trayectoria comienza alcanzando banda par (Sb=2) o impar (Sb=1), el radio de una bola no blanca, el ancho del agujero de la tronera central y el ancho de una tronera de una esquina proyectado sobre cualquiera de las dos bandas que separa.
Con todos estos datos, que describen un plan de jugada, la aplicación determina si la jugada es imposible o si es posible, y en este último caso calcula además el punto de corte a donde debemos dirigir la bola blanca en la primera banda de la jugada, identificado con su distancia al origen de coordenadas en la dirección variable.
Es imprescindible para tomar las medidas antes de efectuar la jugada el poseer un medidor láser de distancias, como el que muestro en la siguiente imagen.
Como no es una aplicación computacionalmente compleja, no se cobra por su uso, pero se aceptan donaciones.
Es difícil no caer en tópicos o repeticiones en las felicitaciones navideñas. Entonces, en ese caso, es difícil innovar. Sirvan en todo caso estas líneas para declararme amigo de las personas de buena voluntad y de buenos actos, aunque no las conozca, pues, aunque todos cometemos errores, los errores de éstas llevan al arrepintimiento y a la necesidad emocional de no volverlos a cometer.
De esta manera, lo mejor es mantener la mente en una dieta de pensamientos positivos, ocuparla con abstracciones que nos hagan escapar de la realidad cuando ésta no es favorable, pasar el rato, como digo yo. Y qué mejor manera de pasar el rato que el trabajo y la dedicación del tiempo libre a los hobbies que uno pueda tener, en mi caso la lectura, la matemática, la poesía, o la radiotecnia y el diexismo. En 2019 es probable que cree algún que otro paper, tengo ya ideas al respecto, a lo mejor cae algún que otro poema, éso está por ver, pero en cualquier caso, le pido al año venidero más tiempo en el estado de flow y menos negatividad, que nunca es positiva por definición. Y otro tanto, y más aún si cabe le deseo a las personas que en algún momento siguieron esta web, que son su verdadera razón de ser, de qué importa lo que yo puedo aportar si no existe un receptor del mensaje. Igual que las personas. De qué sirve uno si no se junta con otros que en cierto modo interactúen con él. Uno no tiene esencia sin los otros, hay que ser percibido por otros individuos para tener una percepción más objetiva de lo que uno es como persona, y para tratar de mejorar. Por lo tanto, y sin más preámbulos, en este día de Navidad de 2018, es mi voluntad que tu año sea el mejor de la serie.
Suena la Sinfonía Nº 9 del Nuevo Mundo de Antonin Dvorák, inundando con sus acordes el jardín, en este plácido día de Semana Santa. Bajo un plátano, mi ensueño aumenta lentamente. Quizás el vino tiene bastante que ver en eso. Escancio otro vaso de la sangre escarlata de la vid. La sangre del sacrificio. Por un día voy a repudiar la razón y me voy a abrazar a este dolor tan dentro de mi alma, este dolor tan antiguo, aunque no tan manifiesto como el que Jesucristo sufrió cuando segaron su vida y le arrancaron su sangre a borbotones, la sangre que según cuentan nos redimió ante Dios. Narran las Sagradas Escrituras que algunos ángeles y arcángeles se rebelaron contra el Creador. Dios, con su infinito poder, envió a las profundidades las legiones de espíritus rebeldes, lideradas por Satanás y Belcebú, para que allí ardieran eternamente, en las orillas de la Laguna Estigia. Pero los réprobos no aceptaron el sino que se les había impuesto, y en común asamblea, y ante su reconocida impotencia frente a las cohortes celestiales, acordaron atentar contra la más bella criatura de la Creación, el hombre, para así herir al Omnipotente. El astuto Satanás batió furiosamente sus alas hasta llegar a las puertas del infierno, custodiadas por la Culpa y la Muerte, avanzó por el vacío, imperio del Caos y de la Noche, y llegó a la Tierra, habitada por los inmortales Adán y Eva, los abuelos de la raza humana. El Creador había dotado al planeta de un Vergel fecundísimo, donde la belleza y la exuberancia se extendían por doquier. Sólo una norma estableció el Omnipotente: no se tomarían los frutos del árbol de la Ciencia. Sabedor de esto, Satanás, en apariencia de serpiente, convenció a Eva de que así como él, habiendo probado la fruta prohibida, había adquirido la sabiduría que le permitía el discernimiento impropio de los reptiles, también ella alcanzaría el mismo grado de entendimiento. Embaucada por el manipulador Satán, Eva tomó la manzana del pecado y animó además a Adán para que otro tanto hiciese. Y a consecuencia del engaño y del árbol violado, la ira del Creador hizo que los hombres sean desde entonces mortales. Pero la infinita bondad de Dios volvió sus ojos misericordiosos hacia sus criaturas, y pensó que le debía dar una segunda oportunidad a la humanidad, y para ello envió a su único hijo, Jesucristo, para que, siendo hombre, en un sacrificio voluntario, su sangre derramada sirviera de moneda con la que perdonar todos los pecados cometidos por los seres humanos.
Estamos en Semana Santa y suena Dvorák en el jardín. Con este vaso de vino voy a repudiar a la SinRazón, escupiendo iracundo el zumo de la vid, él será la sangre derramada, pues las cuitas derivadas del expolio del árbol de la ciencia ya han sido redimidas. Y repudio a la SinRazón porque en esta Semana Santa, cumpliéndose el aniversario de la Pasión que Cristo aceptó voluntariamente, el prosélito aventajado de Satanás, de nombre Belcebú, ha prendido las llamas del infierno en lo que quedaba del Vergel original, y el fuego ha devastado el corazón mismo del Paraíso. Ha ardido una parte de las “Fragas do Eume” (Bosques del Eume), y con ella se ha ido quizás el más importante reducto de bosque atlántico que quedaba en Europa. Más de 1000 hectáreas calcinadas, que tardarán décadas en volverse a recuperar en todo su esplendor. ¿Es este el Nuevo Mundo que Dvorák alababa en su 9ª Sinfonía?. No se ha expoliado ya sólo un árbol, sino un bosque entero. Solloza el Altísimo en su trono, al ver cómo en la conmemoración de la muerte de su único hijo, el Diablo se ha tomado la revancha. ¿Cuántas nuevas oportunidades tendrá que darnos?
Comienza un nuevo año, con todo lo que ello conlleva: proyectos que planeamos desde la más absoluta de las incertidumbres, promesas y deseos invocados a la Providencia desde lo puramente oculto e íntimo de nuestro ser, que son partícipes de esperanzas e ilusiones renovadas… Pero en fin, no hace falta complicarse para vivir, simplemente basta con dejar que el tiempo fluya en su inasible devenir, en los algo más de tres centenares de días que irán girando unos detrás de otros; a veces con parsimonia, otras veces inyectados de pasión y emoción auténticas. En algunos de ellos sería mejor no levantarse de la cama, otros representarán un triunfo absoluto, pero la única receta válida para no fracasar o no sentirse defraudado es simplemente dejarse llevar por las mareas del tiempo, que sea la eterna espontaneidad de la Naturaleza y de la vida cuyas crines son asidas por el jinete de nuestro libre albedrío, las que nos guíen en este viaje transoceánico a cuyo comienzo nos hallamos soltando amarras. Este pensamiento evoca en mí los versos del sabio persa Omar Khayyán, astrónomo, matemático y poeta que vivió entre los siglos XI y XII, instaurador junto a otros científicos de la corte del nuevo calendario musulmán, que escribió varios tratados de geometría y álgebra siendo uno de los matemáticos más importantes de su momento, siguiendo la corriente de Al-Khwarizmi, y cuyo poema Rubaiyyat es su obra literaria más conocida. En este poemario Khayyán trata precisamente el tema de la naturaleza y la posición que el hombre ocupa en ella, así como el goce del momento presente. Os deseo lo mejor para este año 2012 que aún es niño de pecho, al ritmo palpitante de estos versos de Khayyán cuyo eco aún resuena sobrecogedoramente entre nosotros diez siglos después de su concepción. Feliz Año 2012 a todos.
Un lugar acogedor como es el parque del Buen Retiro viste ahora en el otoño sus mejores galas. Las copas de los árboles adquieren un color amarillento, el pequeño lago artificial reverbera con las luces doradas de la puesta de sol del entretiempo, las hojas revisten con su marrón manto el césped aún verde que el otoño hereda del verano, se diría hasta incluso que el aspecto del parque resulta bucólico, aun a sabiendas de que estamos en el corazón de una gran ciudad como es Madrid…Pero una imagen vale más que mil palabras, y por ello aquí os dejo unas fotografías tomadas hoy que atestigüan lo que digo.
Estamos en Navidad. Los adultos no podemos evitar el rememorar tiempos pasados en estas fechas tan entrañables, tiempos en los que éramos niños y entendíamos el mundo de otra manera mucho más inocente y llena de ilusión y esperanza. Ahora nos hemos hecho mayores, y muy probablemente no desearíamos haber aprendido muchos de los conocimientos que hemos adquirido, los hombres nos contagiamos los unos a los otros de los verdaderas miserias humanas, que no tienen nada que ver con nuestras miserias materiales. Llegamos a este mundo con las manos vacías y con las manos vacías nos iremos algún día de él. Así pues, puede parecer un contrasentido, pero quizás estábamos menos desacertados en nuestra manera de actuar en nuestra etapa impúber. Todo esto sobre lo que reflexiono evoca en mi imaginación la maravillosa historia que en su día narró un escritor como pocos ha habido, que sabía transmitir a sus historias un sello muy personal. Se trata del relato “Un cuento de Navidad” y de su autor el gran Charles Dickens. No voy aquí a hacer una recensión del contenido de este cuento, pero sí incluyo en esta felicitación de Navidad dos imágenes basadas en el mismo, y que hacen referencia al avaro Scroodge, un hombre que no tenía amigos y que realmente estaba amargado y solo en el mundo. Este es un ejemplo paradigmático de lo que debemos evitar los humanos si queremos alcanzar la felicidad. Y para ahuyentar de nosotros la miseria vivamos con más sencillez al menos, aunque la inocencia sea ya imposible de reconquistar. A pesar de lo que diga mucha gente, todavía creo en la bondad de los hombres, todos cometemos pequeñas maldades, pero también albergamos aún resquicios de esos infantes que fuimos, y esos restos nos acompañarán hasta la tumba, tanto si lo queremos como si no.
Que paséis todos una muy feliz Navidad en la compañía de vuestros seres más queridos, y que el año 2011 sea generoso con todos vosotros en los proyectos, ilusiones y experiencias de los que seáis partícipes.
Llega la Navidad, como todos los años, y con ella el espíritu que nos hace ser más buenos y pensar más en los demás. Para los afortunados que todavía la compartimos con todos nuestros seres queridos es una época mágica. Todavía recuerdo alguna Blanca Navidad adornada con la nieve cuando yo era niño. En concreto recuerdo una ocasión en la que precisamente rompió a nevar en el propio día de Navidad. Olía a tierra mojada, hacía frío, y pronto cuajó el blanco manto sobre la localidad donde nací, en una imagen que bien podría ser digna de una bonita postal.
Este año no es descartable que eso suceda. En cualquier caso, quiero aprovechar la oportunidad que me brinda esta página para desearos a todos mis lectores unas felices fiestas y una fenomenal entrada de año. Y sobre todo que el año nuevo sea para todos mejor que el que está a punto de finalizar, y que esta crisis que parece haberse instalado tan cómodamente y que campa a sus anchas, afectando a tantas familias de una manera tan nefasta, decida tomar los bártulos y largarse a otra parte.
Pero el dedo implacable
sigue y sigue escribiendo.
Seducirlo no podrás
con tu piedad y tu ingenio
para lo escrito tachar
o con tus lágrimas borrar
ni una coma ni un acento.
Rubaiyyat, Omar Khayám
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"Me gustan los números porque con ellos verdad y belleza son lo mismo.
Te das cuenta cuando las ecuaciones empiezan a resultar bellas. Ves que los números te acercan al secreto porqué de las cosas".