Nuestro tesoro es el vino y nuestro
palacio la taberna.
La sed y la embriaguez son nuestros
fieles compañeros.
Ignoramos el miedo porque sabemos
que nuestras almas, nuestros corazones,
nuestros cálices y nuestras
vestes manchadas, nada tienen que
temer del polvo, del agua ni del
fuego.
Pero el dedo implacable
sigue y sigue escribiendo.
Seducirlo no podrás
con tu piedad y tu ingenio
para lo escrito tachar
o con tus lágrimas borrar
ni una coma ni un acento.
Rubaiyyat, Omar Khayám
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"Me gustan los números porque con ellos verdad y belleza son lo mismo.
Te das cuenta cuando las ecuaciones empiezan a resultar bellas. Ves que los números te acercan al secreto porqué de las cosas".
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