Archivo de enero 2019

Rubaiyat. Cuarteta III.

 

Sé compasivo con los bebedores.
No olvides que tú tienes otros defectos.
Si quieres alcanzar la paz y la
serenidad piensa en los
desheredados de la vida y en los
pobres que viven en el infortunio.

 

Entonces serás feliz.

 

Omar Khayyam

Mad about the boy. (Dinah Washington).

 

Mad about the boy
I know it’s stupid to be mad about the boy
I’m so ashamed of it but must admit the sleepless nights I’ve had
About the boy

 

On the silverscreen
He melts my foolish heart in every single scene
Although I’m quite aware that here and there are traces of the cad
About the boy

 

Lord knows I’m not a fool girl
I really shouldn’t care
Lord knows I’m not a school girl
In the flurry of her first affair

 

Will it ever cloy
This odd diversity of misery and joy
I’m feeling quite insane and young again
And all because I’m mad about the boy.

 

 

Loca por el muchacho
Lo sé es estúpido estar loca por el muchacho
Estoy tan avergonzada, pero debo admitir las noches sin dormir que he pasado a causa del muchacho.

 

En la pantalla grande
Derrite mi tonto corazón en cada escena
Aunque soy consciente de que aquí y allí hay rastros de
algo falso acerca del muchacho.

 

Dios sabe que no soy una chica tonta
En realidad no debería importar
Dios sabe que no soy una colegiala
En la furia de su primera aventura

 

Alguna vez se tornará enfermiza
Esta rara mezcla de miseria y alegría
Me siento un poco insana y joven otra vez
Y todo porque estoy loca por el muchacho

 

Así que si yo podría emplear
Un poco de magia que por fin destruya
Este sueño que me duele y me encadena
Pero no puedo porque estoy loca …
Estoy loca por el muchacho.

 

 

Rubaiyat. Cuarteta II.

 

¿Qué vale más?
¿Examinar nuestra conciencia
sentados en una taberna o
prosternarnos en una mezquita
con el alma ausente?

 

No me preocupa saber si tenemos
un Dios ni el destino que me
reserva.

 

Omar Khayyam.

 

Laura

 

A veces no basta con ser adorado y admirado por hombres y mujeres, respectivamente. La felicidad de una mujer no es sólo éso. Existen más factores en la vida. La joven diseñadora Laura Hunt (la bellísima Gene Tierney, guapa donde las haya) no es el atractor de la película, tampoco su amiga de la alta sociedad Ann (Judith Anderson), así como tampoco lo es su pretendiente Shelby (a cargo de Vincent Price), tampoco el policía Mark McPherson (Dana Andrews), que se enamora platónicamente de la chica guapa, más concretamente de su fantasma. El amanerado y jovial escritor y radiofonista Waldo Lydecker (Clifton Webb) es quien realmente forma en torno de él una tremenda fascinación, siendo el protector de Laura, haciéndola famosa, y obsesionándose con su vida como si le perteneciera.

 

laura12

 

El film Laura, dirigido por Otto Preminger, es un raro combinado de cine noir, melodrama, y thriller. Algunas de las escenas más memorables son cuando Ann explica a Laura por qué Shelby debería ser su partenaire (“Ambos somos perdedores”); o cuando se produce la cita romántica en la comisaría, que bajo las luces del interrogatorio sirve para que Mark vea por sus propios ojos el aura inigualable de la Tierney en su papel de Laura; o cuando Lydecker revela a Laura astutamente todo el conjunto de defectos de Shelby, así como que él está cenando con Ann cuando ella pretende llamarle. “Está cenando con Ann, ¿no lo sabías?”. Lydecker no adora a Laura. Simplemente es un hombre que desearía ser mujer. ¿Quién no?

 

laura1

 

Rubaiyat. Cuarteta I.

Todos saben que jamás murmuré
una oración.

Todos saben también que jamás traté
de disimular mis defectos.

Ignoro si existen una Justicia y una
Misericordia.

Si las hay estoy en paz, porque
siempre fui sincero.

Omar Khayyan

Convergencia de la sucesión de cambio variable en el espacio de Banach L2

 

En el anterior artículo matemático había descrito el método de vasos comunicantes, que he creado para obtener indirectamente la integral definida de una función en un intervalo, basándome para ello en el principio físico de los vasos comunicantes.

 

cero

uno

 

Ahora doy un paso más siguiendo con esa filosofía de cálculo. En el paper que ahora presento estudio qué se le debe pedir a los parámetros involucrados en el método para que la sucesión de operadores que van suavizando la función sobre la que actúan hasta hacerla constante sea contractiva y Lipstchitziana en el espacio de Banach de las funciones cuadrado integrables L2, que también es un espacio de Hilbert.

 

dos

tres

 

De esta manera, si se cumplen estas condiciones se garantizará que en L2 el método de vasos comunicantes converge a una autofunción por el operador que hay en el infinito, es decir, un punto fijo de la sucesión de funciones, sobre la que opera la sucesión de operadores, y que será la función constante e idénticamente igual al valor medio del cálculo integral en todo el intervalo.

 

cuatro

cinco

 

Lo que se consigue es una expresión para los parámetros a, b y para los valores que van tomando las funciones de la sucesión en los extremos del intervalo, obtenida a partir del radio espectral de ciertos operadores de los que depende la contractividad de la sucesión de funciones en L2, y que garantizan la convergencia del método de vasos comunicantes.

 

nueve

seis

 

Este nuevo paper ha sido registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual, y goza de las protecciones que dicho registro proporciona.

 

PARA INICIAR LA DESCARGA CLICAR AQUÍ : convergencia_vasos_comunicantes_en_L2

 

El altar de Tesla

  

N.Tesla

 

¿Por qué las personas extraordinarias suelen conocer bien las situaciones al límite? Normalmente estas personas fracasan en algunos de sus aspectos vitales. Ya sea que tienen una salud precaria, que pasan temporadas sin trabajo, que son escasamente valorados en algunos círculos, que son objeto de envidia muchas veces, que en algunos casos les hacen la vida imposible, que en algún momento los ningunean, que muchas veces no conocen un trabajo bien remunerado, que socialmente son algo outsiders, e incluso que sufren en el amor, dependiendo ésto de cada caso…

Desgraciadamente, la balanza no es favorable para este tipo de personas, y dudo que les compense el hecho de ser tan exitosos en ese aspecto concreto por el que destacan. En cualquier caso, cada uno es como lo da Dios, y poco pueden cambiar de su vida por ser como son.

Un ejemplo de ésto que comento aquí es Nikola Tesla. No voy a reproducir aquí la biografía detallada de este gran hombre, excéntrico pero único. Para tal tarea existe la Wikipedia, o cualquier enciclopedia de las de antes en papel. Sólo me serviré de unos cuantos datos para mi comentario.

Nikola vivió una vida poco agradecida. Según sus biógrafos, padecía el trastorno obsesivo compulsivo, era sinestésico, y probablemente con síndrome de caballero andante. Tesla tuvo que luchar contra sus demonios y los de los demás. Los suyos, sus problemas mentales, en una época en la que la farmacología no estaba lo suficientemente perfeccionada. Los de los demás, encarnados en la feroz competencia con Thomas Alva Edison, sobre todo en la época de la guerra de las corrientes.

Esta guerra se desencadenó después del desencuentro de Tesla con Edison. Al parecer Edison le prometió a Tesla un mejor salario en un planteamiento a objetivos. Nikola cumplió su parte del compromiso, pero Edison, de manera abyecta, le negó dicho aumento, argumentando que se trataba de una broma. A Tesla ésto no le gustó nada, y decidió trabajar por su cuenta. Para ello vendió algunas de sus patentes a la empresa Westinghouse, y regaló otras a JPMorgan. Y patentó muchas ideas propias: el uso y transporte polifásico de corriente alterna, el motor eléctrico de alterna (sin uso de escobillas y por tanto carente de rozamiento en el rotor), o el transformador, aunque también se le atribuye parte de la paternidad de la transmisión de las ondas de radio, cuando todavía se empleaban los cohesores como detectores de la señal.
Básicamente el enfrentamiento tuvo lugar ante el empeño de Edison de usar corriente continua, que sólo ofrecía un radio de acción a cada central de 800 metros.

Tesla fue mucho más perspicaz y apostaba por la corriente alterna, que no generaba ninguna dependencia de este estilo entre la ubicación de los receptores de la corriente y la central eléctrica, con la limitación de que es preciso, como bien es sabido, elevar la tensión para minimizar las pérdidas debida al calentamiento por efecto Joule de los cables conductores.

En este contexto, las maniobras de intento de derribo de Edison consistieron en una agresiva campaña de publicidad en la que se hacían pruebas de electrocución de perros, otros animales domésticos, y hasta de un hombre convicto. Uno de los empleados de Edison fue el creador de la silla eléctrica, empleando la corriente alterna de alta tensión como medio. Pero no deja de ser algo relativamente arbitrario, dado que una corriente continua de 0.707 veces el valor de pico de otra alterna, libera la misma potencia y energía que aquélla, y sabiendo que en general es más dañina una corriente continua para el organismo humano que una corriente alterna.

Lo curioso del caso es que, a pesar del ensañamiento de Edison con Tesla, fueron los métodos de este último los que a la postre resultarían triunfantes, aunque no redundando por ello en beneficios tangibles para él. Más específicamente, Tesla era una persona práctica, pero para según qué cosas, no particularmente para las finanzas. Algunas de sus patentes fueron vendidas a Westinghouse, que vio como su imperio de la corriente alterna no paraba de crecer. Otras fueron regaladas. Nikola vivía solo. Nunca se casó. Se encerró en sí mismo y en sus manías y obsesiones, aliviadas por su afición por las palomas. Murió solo, casi olvidado, como paradigma del científico loco, sin un centavo, en la habitación 3327 del hotel Waldorf-Astoria (Nueva York), el 7 de enero de 1943. Un ser desgraciado en lo personal, pero que se alzó a la postre como el único vencedor de la guerra de las corrientes, y sin cuyas invenciones el mundo no se parecería en nada al de hoy en día. Por éstas y otras razones es un personaje tan popular en los tiempos que corren.